El Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe entró en vigor en 1986. La Convención y sus Protocolos constituyen un compromiso legal por estos países para proteger y gestionar sus recursos costeros y marinos comunes de forma individual, en forma conjunta, y de una manera sostenible. El Convenio de Cartagena y sus Protocolos mejorar no sólo protección, sino también el desarrollo, como se señala expresamente en sus disposiciones.