Garantizar el sostenimiento de la vida en la Tierra

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¿Cuáles son los próximos pasos?

El desarrollo económico es esencial para satisfacer las necesidades humanas y para eliminar la pobreza que afecta a tanta gente en todo el mundo. La utilización sostenible de la naturaleza es esencial para el éxito a largo plazo de las estrategias de desarrollo. Uno de los desafíos más importantes del siglo XXI consistirá en que la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica sea una base imperiosa para el desarrollo de medidas políticas, decisiones comerciales y los deseos de los consumidores.

Propender al largo plazo

El Convenio ya ha obtenido logros importantes en el camino hacia el desarrollo sostenible al modificar la visión de la comunidad internacional sobre la diversidad biológica. Estos avances se realizaron por la fortaleza inherente del Convenio, que cuenta con una composición casi universal, un mandato muy amplio y con fundamentos científicos, apoyo financiero internacional para los proyectos nacionales, asesoramiento científico y tecnológico de alcance mundial y el compromiso político de los gobiernos. Por primera vez ha reunido a gente con intereses muy diversos. Ofrece esperanza para el futuro al forjar un nuevo pacto entre gobiernos, intereses económicos, ambientalistas, pueblos indígenas y comunidades locales y ciudadanos preocupados.

Sin embargo, quedan muchos por hacer. Tras la oleada de interés posterior a la Cumbre de Río, muchos observadores se decepcionaron porque durante el decenio de 1990 los progresos en pos del desarrollo sostenible fueron lentos. Una serie de crisis económicas, déficits presupuestarios y conflictos locales y regionales hicieron que se desviara la atención por los problemas ambientales. A pesar de las promesas de Río, el crecimiento económico sin adecuadas salvaguardas ambientales sigue siendo la regla más que la excepción a ella.

Algunos de los desafíos más importantes en la aplicación del Convenio sobre la Diversidad Biológica y en la promoción del desarrollo sostenible son:

  1. Satisfacer la demanda creciente de recursos biológicos causada por el aumento de la población y el incremento del consumo sin dejar de considerar las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones.
  2. Aumentar nuestra capacidad para documentar y comprender la diversidad biológica, su valor y lo que la amenaza.
  3. Crear los conocimientos y la experiencia adecuados para la planificación de la diversidad biológica.
  4. Mejorar las políticas, la legislación, las directrices y las medidas fiscales con vistas a reglamentar la utilización de la diversidad biológica.
  5. Adoptar incentivos para promover formas más sostenibles de utilización de la diversidad biológica.
  6. Promover reglas y prácticas comerciales que fomenten la utilización sostenible de la diversidad biológica.
  7. Fortalecer la coordinación dentro de los gobiernos y entre gobiernos e interesados directos.
  8. Asegurar recursos financieros adecuados para la conservación y la utilización sostenible, tanto de fuentes nacionales como internacionales.
  9. Usar mejor la tecnología.
  10. Construir apoyo político para los cambios necesarios para asegurar la conservación y utilización sustentable de la diversidad biológica.
  11. Mejorar la educación y la concienciación del público respecto del valor de la diversidad biológica.

Posiblemente sea difícil comunicar a los políticos y al público en general los conceptos en los que se basa el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Casi un decenio después de que el Convenio reconociera por primera vez la falta de información y conocimientos relativos a la diversidad biológica, todavía hay poca gente que comprenda este tema. No hay mucho debate público sobre cómo hacer para que la utilización sostenible de la diversidad biológica forme parte del desarrollo económico. El punto decisivo de las decisiones sobre el desarrollo sostenible se encuentra en la disyunción entre corto y largo plazo. Lamentablemente, a veces conviene explotar el medio ambiente hoy, cosechando todo lo que se pueda y lo más rápido que se pueda, porque las reglas económicas hacen poco para proteger los intereses a largo plazo.

El desarrollo sostenible verdadero requiere que los países redefinan sus políticas de uso de la tierra, alimentos, agua, energía, empleo, desarrollo, conservación, medidas económicas y comercio. La protección de la diversidad biológica y la utilización sostenible requieren la participación de ministerios responsables en áreas como agricultura, silvicultura, pesca, energía, turismo, comercio y finanzas.

El desafío que enfrentan los gobiernos, las empresas y los ciudadanos es forjar estrategias de transición que conduzcan al desarrollo sostenible a largo plazo. Esto significa negociar soluciones de compromiso, aun cuando la gente reclame más tierra y las empresas presionen para expandir sus cosechas. Cuanto más esperemos, menos opciones tendremos.

Información, educación y capacitación

La transición hacia el desarrollo sostenible precisa de un cambio en las actitudes del público sobre qué significa una utilización aceptable de la naturaleza. Esto solo puede suceder si la gente cuenta con derecho a la información, aptitudes y organizaciones para comprender y encarar las cuestiones relativas a la diversidad biológica. Los gobiernos y las empresas tienen que invertir en equipos y capacitación y apoyar a las organizaciones, entre las que se encuentran los organismos científicos, que pueden encarar cuestiones relativas a la diversidad biológica y proporcionar asesoramiento sobre ellas.

También necesitamos un proceso a largo plazo en la educación del público sobre cambios en comportamientos y estilos de vida y para preparar a las sociedades para los cambios que necesita la sostenibilidad. Si se lograra una mejor educación sobre la diversidad biológica se alcanzaría una de las metas establecidas en el Convenio.

¿Qué puedo hacer en relación con la diversidad biológica?

Si bien la función de liderazgo incumbe a los gobiernos, hay otros sectores de la sociedad que deben también participar activamente. Después de todo, son las decisiones y las medidas que adopten miles de millones de individuos lo que determinará si la diversidad biológica se conserva y utiliza de forma sostenible o no.

En una época en que el aspecto económico es la fuerza dominante en los asuntos mundiales, es más importante que nunca que la comunidad empresaria esté dispuesta a participar en la protección del medio ambiente y la utilización sostenible de la naturaleza. Algunas empresas tienen ingresos mucho más importantes que los presupuestos de países, y su influencia es inmensa. Afortunadamente, un número creciente de empresas han decidido aplicar los principios del desarrollo sostenible a sus operaciones. Por ejemplo, una serie de empresas forestales, a menudo bajo la intensa presión y el boicot de los ambientalistas, han sustituido las talas indiscriminadas por formas menos destructoras de recolección de madera. Un número cada vez mayor de empresas también han logrado conciliar la obtención beneficios y al mismo tiempo la atenuación de sus efectos en el medio ambiente. Consideran que el desarrollo sostenible asegura beneficios a largo plazo y suscita una mejor disposición de los asociados, empleados y clientes de sus empresas. Las comunidades locales tienen una función esencial por cuanto son los verdaderos « administradores » de los ecosistemas en los que viven y, por ende, tienen una importante influencia en ellos. En los últimos años se han desarrollado satisfactoriamente muchos proyectos con la participación de las comunidades locales en la administración sostenible de la diversidad biológica, a menudo con la valiosa asistencia de organizaciones no gubernamentales y organizaciones intergubernamentales.

Por último, en última instancia quién decide en materia de diversidad biológica es el ciudadano. Si las pequeñas decisiones que adopta cada individuo se suman, se producen importantes repercusiones, ya que el consumo personal es el motor del desarrollo, que a su vez utiliza y contamina la naturaleza. El público en general, si elige cuidadosamente los productos que adquiere y las políticas gubernamentales que apoya, puede comenzar a guiar al mundo hacia el desarrollo sostenible. Los gobiernos, las empresas y otros tienen la responsabilidad de orientar e informar al público, pero en última instancia lo que más cuenta son las decisiones individuales que se adoptan miles de millones de veces por día.