El Protocolo relativo a la Cooperación para Combatir los Derrames de Hidrocarburos en la Región del Gran Caribe fue elaborado y aprobado simultáneamente con el Convenio de Cartagena en 1983 y entró en vigor en 1986. El objetivo del Protocolo es el fortalecimiento de la capacidad nacional y regional de preparación y respuesta de las naciones y territorios de la región.